Jurassic Park revolucionó el mundo de la animación en 1993 cuando su director, Steven Spielberg, se encargó de integrar todas las técnicas conocidas hasta la época para mostrar una interpretación libre del libro homónimo escrito por Michael Crichton, donde un grupo de expertos sobreviven a la fuga de varios dinosaurios clonados, en un parque de diversiones.
Parque Jurásico resultó ser un éxito con más de 900 millones de dólares recaudados alrededor del mundo durante su proyección original en cines, siendo destronada sólo por Titanic en el 97’.
Este filmefue catalogado como un hito en el desarrollo de los efectos visuales digitales y de la animatrónica en el cine. Su éxito abrió las puertas a una franquicia que incluye videojuegos, juguetes y atracciones en parques temáticos; así como cuatro secuelas exitosas y un reestreno en 3D conmemorativo de su aniversario N°20 en el 2013.
El equipo de producción se valió de innovadoras imágenes creadas por computadoras y modelos animatrónicos de tamaño real para recrear los dinosaurios que logramos apreciar en la película.
Para conseguir los icónicos efectos especiales que le hicieron merecedor a este clásico de la animación más de 20 premios, el autor del libro adaptó su novela al guion propuesto por la producción y fueron convocados ilustradores especialistas para crear los guiones gráficos.
La producción llevó a cabo un minucioso análisis científico para ofrecer a la audiencia una representación precisa de los dinosaurios y del ambiente donde se desarrolló la trama.
Los modelos robóticos de los dinosaurios, fueron creados por Stan Winston y la composición digital de sus diseños estuvo a cargo de Dennis Muren. Phil Tippett utilizó Go Motion para animar a los dinosaurios y Michael Lantieri supervisó los efectos escenográficos y visuales en cada toma.
Los diseños digitales fueron evaluados y supervisados por un equipo de paleontólogos, para cumplir con uno de los requerimientos más importantes de Spielberg, que era mostrar a los dinosaurios como animales y no como monstruos.
Los modelos robóticos fueron creados a partir de características conocidas de algunas especies de dinosaurios y luego de concluidos, la piel de cada modelo era texturizada en látex, para posteriormente colocarla sobre la estructura robótica.
La técnica cuadro por cuadro o Stop Motion, fue utilizada para animar las principales escenas donde aparecían los dinosaurios.
La revolucionaria idea de fusionar los efectos digitales con escenarios reales, tuvo cierta resistencia por parte de Spielberg, cuando inicialmente pensó que en pantalla se vería “barato”. Luego de ver el producto final plasmado en una escena donde un tiranosaurio perseguía a una manada de Gallimimus, quedó absolutamente convencido de que generaría un impacto trascendental en el público.
Tras exhaustivas investigaciones y entrevistas a paleontólogos, los estudios de efectos especiales, de la mano de más de una decena de expertos, diseñaron el modelo de una de las especies más emblemáticas de la película: el tiranosaurio.
La creación terminó midiendo 20 pies, fue construida con fibra de vidrio y arcilla, texturizada con látex y sus movimientos fueron recreados por un mecanismo hidráulico controlado por computadoras utilizadas por la milicia estadounidense en los simuladores de vuelo.
De manera simultánea, un equipo de cuatro personas tuvo como responsabilidad controlar físicamente un modelo a escala reducida del tiranosaurio, cuya finalidad era recrear otros movimientos del espécimen. Una computadora grababa la secuencia y programaba el robot original de tal forma que pudiera emular los movimientos del modelo a escala maniobrado por estas 4 personas.
No sólo los dinosaurios se llevaron todas las técnicas de animación. Escenas como el movimiento del agua, el andar del tiranosaurio y algunas tomas para reemplazar digitalmente el rostro de la doble de Ariana Richards, fueron enriquecidas con efectos digitales.
La producción de efectos especiales se enfocó en los aspectos mecánicos de los robots. Se construyeron grúas y aparejos para facilitar el traslado de los dinosaurios mientras rodaban en exteriores y grababan algunas tomas especiales.
Las últimas fases de filmación de la película que marcó uno de los precedentes más importantes en la historia de la animación hollywoodense, fueron supervisadas por Steven Spielberg desde Polonia, donde se encontraba rodando su siguiente éxito, La lista de Schindler.